Lucas 24, 46-53.
En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: Así estaba escrito que el Cristo padeciera y resucitara de entre los muertos al tercer día y se predicara en su nombre la conversión para perdón de los pecados a todas las naciones, empezando desde Jerusalén. Vosotros sois testigos de estas cosas. Mirad, y voy a enviar sobre vosotros la Promesa de mi Padre. Por vuestra parte permaneced en la ciudad hasta que seáis revestidos de poder desde lo alto. Los sacó hasta cerca de Betania y, alzando sus manos, los bendijo. Y sucedió que, mientras los bendecía, se separó de ellos y fue llevado al cielo. Ellos, después de postrarse ante Él, se volvieron a Jerusalén con gran gozo, y estaban siempre en el Templo bendiciendo a Dios.
REFLEXION
Jesús no quiere a amigos nostálgicos o llenos de añoranzas. Aunque en algunos momentos ellos han demostrado de no haberle entendido, no por esto ellos tienen que quedar inactivos, con los ojos hacia el cielo. Más bien, tienen la tarea de manifestar al mundo entero el amor del Padre que ha donado a su Hijo, y tienen que testimoniar su presencia activa en la historia a través de los milagros y los prodigios que ellos cumplen en su nombre. Jesús continúa por tanto su misión empezado por las calles del Galilea caminando con sus discípulos que, por el mundo anuncian su Resurrección y el perdón de los pecados. También tú eres llamado a ser testimonio: Él camina contigo y no te abandona.
20.5.07
MEDITANDO TU PALABRA
Publicadas por Armonía Espiritual a la/s 5/20/2007 09:03:00 a. m.
Categorías: EVANGELIO DOMINICAL
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