27.5.07

MEDITANDO TU PALABRA

Juan 14:15-16.23b-26 Si me amáis, guardaréis mis mandamientos; y yo pediré al Padre y os dará otro Paráclito, para que esté con vosotros para siempre,Jesús le respondió: Si alguno me ama, guardará mi Palabra, y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada en él.El que no me ama no guarda mis palabras. Y la palabra que escucháis no es mía, sino del Padre que me ha enviado.Os he dicho estas cosas estando entre vosotros. Pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi nombre, os lo enseñará todo y os recordará todo lo que yo os he dicho. REFLEXION Jesús ha puesto en el corazón de sus apóstoles la semilla de su doctrina. Pero esta semilla, para llegar a la maduración, necesita el Espíritu Santo. En el Evangelio se nos recuerda la promesa de Jesús, de que nos enviaría el don del Espíritu Santo. Los santos son la expresión más exitosa de como puede obrar el Espíritu en un corazón que se abre a su acción. Pues, también tú en esta solemnidad de Pentecostés, ábrete a la gracia y no pongas ningún límite a la acción del Espíritu: también tú conocerás la verdad, es decir el misterio de la intimidad de cada bautizado con el Señor Jesús que vive en nosotros.

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