Lucas 9, 11b-17
Jesús habló a la multitud acerca del Reino de Dios y devolvió la salud a los que tenían necesidad de ser curados.
Al caer la tarde, se acercaron los Doce y le dijeron: «Despide a la multitud, para que vayan a los pueblos y caseríos de los alrededores en busca de albergue y alimento, porque estamos en un lugar desierto.» El les respondió: «Deles de comer ustedes mismos.» Pero ellos dijeron: «No tenemos más que cinco panes y dos pescados, a no ser que vayamos nosotros a comprar alimentos para toda esta gente.»
Porque eran alrededor de cinco mil hombres.
Entonces Jesús les dijo a sus discípulos: «Háganlos sentar en grupos de cincuenta.» Y ellos hicieron sentar a todos.Jesús tomó los cinco panes y los dos pescados y, levantando los ojos al cielo, pronunció sobre ellos la bendición, los partió y los fue entregando a sus discípulos para que se los sirviera a la multitud. Todos comieron hasta saciarse y con lo que sobró se llenaron doce canastas.
REFLEXIÓN
El pan es el alimento más común para nosotros. Jesús cumple un milagro con el pan, para transmitir un mensaje mucho más importante. Aquel pan multiplicado es la señal de un pan que se multiplicará de manera mucho más universal: Un pan que de la vida eterna. No fue intención de Jesús saciar a todos los pueblos con el simple pan material, su intento fue saciar a todas las gentes con el pan de vida eterna, es decir lo que sacia en cuanto ello del propio Dios. Con anterior podemos preguntarnos:¿nos damos cuenta de la gracia que tenemos en recibir todas las veces este pan de vida? Cuantos cristianos desearían recibir la Eucaristía y por una serie de motivos no pueden: ahora bien, eres consciente de tal gracia.
10.6.07
SOLEMNIDAD DEL SANTISIMO CUERPO Y SANGRE DE CRISTO
Publicadas por Armonía Espiritual a la/s 6/10/2007 03:14:00 p. m.
Categorías: EVANGELIO DOMINICAL
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