En aquellos días, se puso en camino María y se fue con prontitud a la región montañosa, a una ciudad de Judá. (Lc 1,39). En un instante, María, interpela nuestra disposición ante la vida cotidiana, sin reparos de ninguna índole. Este pasaje de Lucas, presenta en María, dos actitudes ante el servicio de los más necesitados: disponibilidad y prontitud. La primera es el resumen de la respuesta que damos al llamado que nos hace Dios, y que paradójico cuando estamos viviendo en una sociedad que nos enseña a disculparnos ante la necesidad de los demás, con la famosa frase no tengo tiempo. Nuestra vida se convierte en una telaraña que nos atrapa en un mundo de cosas sin importancia y que nos deja cansados ante un consumismo material. Es sin duda una maravilla sentir las voces de hombres y mujeres que ante la realidad como María, nos interpelan, a iniciar un camino, con la única certeza de llevar mucho de sí mismos. La segunda actitud la disponibilidad y aquí nos interpelan nuevamente, ante nuestras fatigas, muchas inútiles, que nos limitan ayudar, buscando miles de pretextos. Pidamos la gracia que nos permita como María, tomar la iniciativa de iniciar el camino, que nos lleve acercarnos a los que nos necesitan, sin esperar grandes acontecimientos para dar y donar nuestras fuerzas, en la búsqueda de un mundo mas justo, y de anunciar con nuestra propia vida su sentido y valor. (Mauricio Martínez R)
13.10.07
María, madre que interpela
Publicadas por Armonía Espiritual a la/s 10/13/2007 03:29:00 p. m.
Categorías: CON MARIA
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario