MARIA EN CAMINO

¡Dichosa tú que has creído! (Lc1,45) ... María no se queda pasiva ante el anuncio recibido de ser la Madre del hijo de Dios, sino que en la libertad de la fe y la entrega se convierte en portadora de este gran don de Dios. Importante para nosotros por lo que viene a significar. Significa la disponibilidad de dejar nuestras propias seguridades y mirar las necesidades del otro. Contemplar la Virgen María en camino, nos lleva a pedir con fuerza la capacidad de amar, dejándonos guiar particularmente por el espíritu de conversión, que implica cambio de mentalidad y actitudes. Es saber ofrecernos, ser capaces de entregarnos a nuestro Señor cada día para que movidos por el Espíritu que es la humildad, y llenos de ¡Alegría!, compartamos con María, la misión de construir un mundo mejor, atentos siempre a los signos de los tiempos. Este arriesgarse a seguir el ejemplo de María en camino, no permite la mediocridad, nos exige acoger la llamada a SER FELICES. Felicidad que vamos a ser capaces de tener sola y únicamente a través de la comunión con los demás, a través de la comunión con Dios. (Mauricio Martínez R)